Las migraciones como fenómeno
histórico no son abordadas por todas las editoriales en secundaria.
La editorial ECIR presenta un breve texto:
"Tradicionalmente, la población joven y pobre de los países subdesarrollados
se ha dirigido hacia los países desarrollados, ricos y viejos, de
Norteamérica y Europa"
En el caso de Santillana se limita a las migraciones
ocurridas en el interior de Europa como efecto de la industrialización del
siglo XIX y la reconstrucción de posguerra y a un texto explicativo de la
procedencia de la población de los Estados Unidos. S.M. recorre las
migraciones de la humanidad a lo largo del tiempo, muestra su distribución
espacial y da explicaciones de causas y efectos.
Algunos textos significativos:
"Los emigrantes van, sobre todo, a países de clima
templado, similar a Europa - América, Australia-, donde se desarrolla una
agricultura extensiva y el acceso a la propiedad de la tierra es fácil, al
eliminar o arrinconar en zonas inhóspitas a la población indígena."
"América del Norte y Australia eran territorios
prácticamente vacíos a la llegada de los europeos"
"Inicialmente, los europeos que se marcharon a las
nuevas colonias fueron pocos y constituían una élite administrativa
administrativa y militar en los países de destino. De
este primer período (siglos XVI / XVIII ), lo más destacables la corriente
de esclavos negros que se estableció entre África y América: Se calcula que
unos treinta millones de negros, los más jóvenes y sanos, fueron obligados a
trasladarse a América para trabajar en las plantaciones. Es el origen del
poblamiento negro en este continente, y una de las razones frecuentemente
utilizadas para explicar la débil densidad del continente africano. El
período de los grandes flujos migratorios de Europa se da en el siglo XIX.
Más de cincuenta millones de europeos salieron entonces de su país. De
ellos, unos diecisiete millones procedían de las Islas Británicas, y otros
once millones de Italia. El lugar de destino preferente fue Estados Unidos,
cuyo crecimiento de población y diversidad racial no serían explicables sin
conocer estas grandes migraciones. Otros países de destino fueron Canadá,
Australia, y los países del Cono Sur americano (Argentina, Uruguay y Chile)»
(15, 222/3). «Los primeros pobladores europeos llegaron entre los siglos
XVII y XIX desde Gran Bretaña, Alemania y otros países anglosajones
y protagonizaron la colonización del Oeste. Poco a poco se incorporaron los
demás grupos. Primero llegaron grandes contingentes de población negra
africana, empleados como esclavos en las plantaciones. Entre 1890 y
1914 se incorporaron unos cuarenta millones de inmigrantes procedentes
en su mayoría de la Europa mediterránea y de Irlanda, y, más tarde, se
produjo -y se sigue produciendo- la entrada de población
asiática
e iberoamericana».
- ¿Qué se esconde bajo términos como "marcharon",
«salieron», «pocos», «élite administrativa y militar», «países de
destino», «nuevas colonias»...? ¿No se está dulcificando una realidad que
podría ser descrita de manera más adecuada bajo la calificación de
«ocupación y represión militar», «explotación económica», «país colonizado
o invadido»?
ANÁLISIS:
- Se analiza el hecho de una forma muy selectiva:
desde la cultura mayoritaria, de una forma radicalmente etnocéntrica. La
historia presentada es la de los europeos o, sin incluimos las referencias
aparecidas a la sociedad estadounidense, la historia de Occidente. Los
nativos de los lugares a donde llegan los europeos no están presentes en
los textos. No se analizan tampoco las consecuencias derivadas de su
llegada y los procesos de colonización consiguientes. Sólo hay cifras de
la población que se mueve. No existen referencias al conflicto.
- Selectividad y falta de equilibrio: Se hace un análisis desde una concepción
parcial. Ni choque de culturas o conflicto
cultural, ni vencedores ni vencidos, ni dominadores ni dominados son
asuntos tratados dentro de la visión histórica de las migraciones. Un
tupido velo esconde el análisis del período colonial lo que es una
coartada que exonera de responsabilidades en la hora presente. El análisis
histórico de las migraciones es positivo pues, como dicen los textos,
"desde la antigüedad han contribuido a poblar el mundo", pero sólo durante
el tiempo el que el mundo no tenía dueño cuando los emigrantes no eran los
europeos. También hay que tener en cuenta que no se puede abordar el tema
de la inmigración en nuestro país sin proporcionar datos como que hay más
emigrantes que inmigrantes, que somos uno de los países de la UE con menor
número de inmigrantes. En torno al 50% de los extranjeros instalados en
nuestro país son ciudadanos procedentes de los países de la Unión Europea
Occidental o de los países del Norte (entre éstos destaca un número
importante de rentistas y jubilados instalados en la costa mediterránea y
las islas, así como un número importante de personal laboral de empresas
multinacionales y titulados universitarios en tareas de docencia).
- Perversa utilización del lenguaje: Por
ejemplo con el término "emigrante". Podemos decir que son emigrantes o
inmigrantes. La denotación de los dos nombres es distinta: un emigrante
procura trabajar fuera de su país, un inmigrante intenta trabajar en el
país de otro. Si vivimos en el extranjero, desde nuestro propio punto de
vista, sólo podremos considerarnos emigrantes. Pero seremos inmigrantes
desde la perspectiva de los nativos de aquel país. Este es el motivo de
que en España no se hable de la inmigración española en Alemania, sino de
la emigración española. “Nosotros” somos emigrantes, “los otros” son
inmigrantes. La visión del emigrante será más positiva que la de los
inmigrantes, ya que es evidente que somos más benévolos con aquello en lo
que nos implicamos y menos, en el caso contrario. Se puede argumentar que,
de todas formas, inmigrante es el término para denominar a los
trabajadores extranjeros desde el punto de vista de un español que vive en
España. Pero no es así en el uso habitual de este nombre: inmigrante se
usa no sólo para clasificar como tales a quienes vienen a trabajar a
España sino que son inmigrantes los albaneses que desean entrar en Italia,
los ecuatorianos que son expulsados de Francia. Se toma el punto de vista
etnocéntrico de quien recibe la emigración y no de quien la realiza,
aunque esto suceda fuera de las fronteras españolas.
- Estereotipo: Mientras la emigración europea
no es tratada como conflicto, al esconder las razones y sufrimientos del
emigrante y las perversas consecuencias sobre el indígena de los
territorios de llegada, las migraciones hacia Europa en la hora presente
destacan la mirada del autóctono y se señalan los puntos de vista de éste
ya que las migraciones son «origen de tensiones raciales desconocidas en
el viejo
continente».
- Irrealidad:
"Los fenómenos del presente derivan de un pasado bien
conocido por los historiadores aunque ignoramos las razones de su
momentáneo olvido. Por ejemplo, para entender el actual fenómeno de
emigración africano basta con remontarse en el tiempo y recordar cómo ese
continente fue repartido y colonizado «manu militari» por las potencias
europeas. «Los colonizadores acabaron con las estructuras económicas
locales. Impusieron su modo de vida y sus códigos de conducta.
Corrompieron a los indígenas menos escrupulosos y les enseñaron a proteger
a tiros sus esfuerzos de intensivo pillaje de materias primas y otras
riquezas» (Ortiz, 1996). El desastre de una descolonización hecha a
tiralíneas, divisoria de etnias y tribus, con gobiernos títeres a los que
vender armas cuando las materias primas fueron esquilmadas o dejaron de
ser productivas, continuó sumiendo a África en un caos del que seguir
obteniendo rentabilidades.
- Apoliticidad: No se puede hablar de paro,
superpoblación y miseria en los países del sur sin hacer referencia a los
modelos de desarrollo económico dominantes. No se puede cometer la
villanía de responsabilizar a las víctimas de ese modelo con referencias
exclusivas a los factores internos nacionales como la superpoblación o el
paro, porque de ese modo se ocultan las raíces económico-políticas de la
pobreza moderna o se justifican, por ejemplo, agresivos programas de
esterilización sobre las mujeres del Sur empobrecido".
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