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PEC y pcc

PEC El Proyecto Educativo de Centro
PCC El Proyecto Curricular de Centro

 

EL PROYECTO EDUCATIVO DE CENTRO (pec)

El funcionamiento de un centro tiene como marco general el Proyecto Educativo de Centro (PEC), que es el "ideario" del centro y que responde a las preguntas de:


¿Dónde estamos? (Análisis del contexto),
¿Quiénes somos? (Principios de identidad),
¿Qué queremos? (Objetivos generales a conseguir) y
¿Cómo nos vamos a organizar para conseguirlo?.
¿Quién lo elabora y lo aprueba?
 

Este marco constitutivo de los principios, que configura el ideario de la Organización, debe ser elaborado por la Comunidad Educativa y aprobado por el Consejo Escolar, que es un órgano colegiado, soberano y decisorio. El Consejo Escolar está formado por los representantes de los profesores, alumnos, padres, personal no docente, de las instituciones locales y por el equipo directivo del centro. El Consejo Escolar es el ámbito, por excelencia, de la participación en la organización de la escuela, ya que lo configuran agentes externos (no sólo instituciones políticas como representantes de ayuntamientos o Comunidades Autónomas, sino también por sindicatos, patronal, etc., que deberían participar en la toma de decisiones, sobre todo) e internos (padres, alumnos, personal no docente y docentes) de la Comunidad Educativa.

La baja participación (sobre todo de los agentes externos padres y alumnos) se pone de manifiesto en diferentes trabajos (Munn, 1993; Gil Vila, 1993; Domínguez, 1993) y en estudios que se han venido realizando por el Consejo Escolar del Estado. Este mal endémico de la baja participación no es un fenómeno exclusivamente escolar. El nivel de participación en estos Consejos está directamente relacionado con el nivel de participación democrática de la sociedad; se pueden comparar las cifras. Es un problema social y educativo. Además, hay una tradición casi nula de participación en los órganos de las instituciones. La conclusión inmediata que supone este análisis es que este "ideario", estos objetivos marcados en el PEC, son definidos y marcados por el profesorado y el equipo directivo, más que por el resto de agentes participantes en el Consejo Escolar (aunque siempre hay excepciones loables). La comunidad educativa se reduce en su efectividad real a un sector de ella: el sector profesional.



Definición y conceptualización del PEC

El Proyecto Educativo de Centro (PEC) define las finalidades de la Comunidad Educativa en cuanto al tipo de persona que queremos formar (valores, principios de identidad, pautas de conducta, etc.). En él se recogen los planteamientos educativos de carácter general: los principios de identidad, los objetivos institucionales y el organigrama general.

El PEC como conjunto coherente de declaraciones destinadas a dirigir un proceso de intervención educativa, habrá de combinar los planteamientos generales que orientan la acción con los planteamientos específicos que facilitan la intervención y su evolución. No se trata de elaborar un compendio pormenorizado, sino una escueta y clara delimitación de los fines que se persiguen, estableciendo el "carácter propio" que confiere personalidad característica al centro. Ha de ser un documento que ayuda a establecer prioridades, que se han de operativizar en el plan anual y en las programaciones de la actividad docente, de modo que lleguen a los alumnos y puedan evaluarse. Nunca se puede concebir como un compromiso acabado e inalterable. En definitiva es el documento que da unidad de criterios a la actuación de la organización escolar.

Finalidades

Las finalidades del PEC son cuatro fundamentalmente:
-  Adaptar los programas del MEC a las necesidades y características socio-culturales y educativas del entorno y del centro.
-  Posibilitar y facilitar la participación en las instituciones escolares de los diferentes agentes externos e internos de la Comunidad Educativa, permitiendo una mayor trascendencia de lo que se realiza en el centro hacia el exterior y viceversa.
-  Fomentar las relaciones y el aprovechamiento de los recursos del medio para su conocimiento, a través de las actividades extraescolares (culturales en el centro, salidas, etc.).
-  Relacionar con la realidad sociocultural los principios e ideario del centro en una mutua relación interactiva en continua reelaboración y replanteamiento que conlleve una auténtica investigación socio-educativa.
 

Elementos.- Los elementos o componentes del PEC son los siguientes:
1) Variables contextuales: el PEC debe de tener reflejado un análisis de la realidad sociocultural del barrio, del pueblo o aldea y sus implicaciones en las demandas específicas educativas del tipo de alumno, padres, familias y entorno en general. Sin detectar esas necesidades reales basadas en los problemas, necesidades, motivaciones y expectativas vitales respecto a la educación, el profesorado será difícil que pueda sintonizar en su trabajo diario con el entorno y los alumnos. Su conexión con el contexto, entendido como el conjunto de elementos condicionantes, potenciadores o limitadores de la organización escolar, es evidente, pero no forma parte del PEC, sino que es un elemento previo que le acota y que permite diferenciar, en una primera instancia, los centros y sus actuaciones.

2) Planteamiento ideológico o principios de identidad: el PEC debe posicionarse también respecto a una concepción antropológica y socio-política y en relación a las necesidades detectadas y a la realidad en la que está ubicada esta comunidad. Estas se deben explicitar a través de una serie de principios y prioridades que orienten la definición de los planes pedagógicos, de convivencia y de organización. Estos principios son los que orientan el modelo antropológico que queremos formar y deben tenerse en cuenta en cualquier planteamiento de elaboración de los planes institucionales, sobre todo, el PCC. Estos principios/notas de identidad, como plantea Gairín (1995, 72) hacen referencia a la definición institucional (confesionalidad/aconfesionalidad/laicismo; nivel de relación con el entorno; pluralismo, etc.), al estilo de formación (coeducación, integración, educación como formación integral, espíritu crítico, etc.), a las dimensiones educables (educación corporal, intelectual, social, afectiva, estética, moral, etc.), al estilo de enseñanza-aprendizaje (lengua de aprendizaje, relación entre teoría-práctica, tipo de metodología, incorporación de las nuevas tecnologías, disciplina, etc.) y al modelo de gestión institucional (gestión participativa, dirección colegiada, fomento asociacionismo, etc.).

3) Concepción pedagógica: el PEC en función de las necesidades y demandas detectadas y de las prioridades para su satisfacción deberá definir los principios de cómo se van a conseguir estas prioridades y satisfacer las necesidades detectadas. Estos principios deberán servir para seleccionar metodologías y recursos del PCC y, sobre todo, las necesidades para elaborar el Plan General Anual, que permita y potencie este tipo de metodologías y principios frente a otra serie de actividades y metodologías. Esta concepción pedagógica se refleja en los denominados objetivos, que han de ser "viables, claros y unívocos en su formulación y permitir la evaluación formativa procesual" (Gairín, 1995, 74). Si las finalidades educativas son algo más amplias y generales que los objetivos, son éstos los que asumen un cierto carácter finalista (frente a la tendencial de los anteriores) y una mayor dimensión técnica (frente a la ideológica).

4) Modelo organizativo-estructural: el PEC debe reflejar, en coherencia con estos principios y prioridades filosóficas y pedagógicos, la forma de organización que vamos a adoptar para conseguirlo (sobre todo las funciones y el funcionamiento de los órganos colegiados y los cargos unipersonales) y el sistema de normas que faciliten la convivencia y las relaciones que se van a generar, puesto que a partir de esta situación se van a crear actitudes y, sobre todo, el tipo de clima y cultura de un centro, en el cual va a ser más fácil o difícil llevar a cabo el resto de los planteamientos. Estos principios deben regir el RRI, como base de la cultura de un centro y de su sistema relacional y de convivencia, además de su organización, a través de las estructuras, que potencie y posibilite el desarrollo de diferentes actividades que consigan los principios y prioridades que satisfagan las necesidades y demandas detectadas.

Un criterio clave de validación del PEC será la coherencia, concreción y viabilidad para poder llevar a cabo sus planteamientos, a través de los otros documentos y de la dinámica que se cree para la organización de un centro y su desarrollo.

Fases y procesos para su elaboración.

Para la elaboración del PEC, por parte del Consejo Escolar de un Centro proponemos el siguiente proceso:

1) Analizar el contexto socio-educativo y los grupos y tipologías de alumnos de ese centro, según sus problemas, necesidades, características, expectativas y motivaciones.

2) La configuración de una comisión que elabore un documento sobre prioridades, que luego pueda ser discutido y aprobado (su configuración debe ser mixta, compuesto por padres, profesores, alumnos, representantes de instituciones, etc.);

3) Configuración de comisiones mixtas que se responsabilicen de definir la aplicación de estas prioridades a los principios pedagógicos y curriculares, de funcionamiento y de organización, estructuración y relaciones de los miembros y de la institución y que elaboren los documentos que deben se discutidos y aprobados por todos.

4) Estas comisiones deberán dar las pautas y orientaciones necesarias para que los órganos correspondientes puedan elaborar los otros planes institucionales, configurándose como un todo coherente y estructurado de forma articulada tal que permita que estas comisiones puedan reelaborar su parte del PEC y readaptarlo en función de los datos que puedan llegar desde los niveles de elaboración de estos planes (alumnos, profesores, PAS, equipo directivo), generando estas comisiones la dinámica de participación continua y de responsabilidad de los miembros de la Comunidad Educativa. La doble configuración de comisiones propuesta, permite que todo el mundo del Consejo Escolar pueda y deba participar con responsabilidades concretas, según sus intereses, conocimientos, expectativas. En segundo lugar, que se configure este sistema de participación dentro de dos coordenadas: la participación general del Consejo Escolar en todas las decisiones y la comunicación de éste con otros órganos de decisiones como son los claustros, las asambleas de alumnos y los responsables de diferentes funciones dentro del centro (equipo directivo, jefes de departamentos, orientación, gerencia administrativa y PAS, etc.), potenciando una cultura participativa y de compromiso.
 

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El Proyecto Curricular de Centro (PCC)

El Proyecto Curricular es el que define la oferta formativa y académica del centro, flexible y polivalente, en continua reelaboración, que posibilite la innovación de los currícula y defina el estilo docente y metodológico del centro. Montero (1996, 172/48) lo define como "patrón común de actuaciones que, diseñadas por un equipo educativo, se establece en sintonía y ajuste con el análisis de contexto del Centro; asegura la coherencia con el resto de los elementos de planificación del Proyecto Educativo; establece orientaciones concretas para diversos ámbitos (objetivos, contenidos, metodología, evaluación...); incluye propuestas organizativas, de orientación, escolar, formación del profesorado y evaluación de su propio diseño; adopta, como referentes, las prescripciones administrativas; define la identidad del Centro; se dirige a la igualación de las posibilidades de éxito educativo de los alumnos; y contribuye, en última instancia, a su futuro desenvolvimiento personal y social".



¿Quién lo elabora y lo aprueba?

Mientras el órgano decisorio que puede opinar sobre la validez del PCC, incluido dentro de los otros documentos institucionales, es el Consejo Escolar, la responsabilidad técnica y práctica de la elaboración y ejecución del PCC está en los profesores y en el claustro. Esta dicotomía de modelos (LODE-LOGSE) que se suman, pero no se configura como uno sólo, debe resolverse a través de la configuración de uno nuevo (sintético o innovador), que defina claramente las funciones de cada estamento, sus responsabilidades y relaciones. Esta distorsión esta afectando gravemente a la organización y al funcionamiento de los centros.

Una de las posibles salidas sería que el Consejo escolar defina, con la participación de los representantes de los profesores y su compromiso, las finalidades y los criterios que deberían regir la secuenciación y las prioridades del PCC, y el Claustro, como órgano formado por profesionales de la docencia, lo elabore de acuerdo con sus conocimientos y sus planteamientos ideológicos-pedagógicos y en coherencia con ese compromiso adquirido respecto a la Comunidad Educativa.

Posteriormente ha salido el ROC (1996), creando la Comisión Pedagógica, e intentado dar solución a esta dicotomía, pero los resultados parece que son más aparentes que reales, aunque la creación de estructuras horizontales (Comisión de Coordinación Pedagógica y de Orientación) podrían ser una buena alternativa para la dinamización y funcionamiento del centro en torno al PCC.



¿Qué es?

El PCC es la oferta formativa y académica de un centro en el que se desarrollan los elementos típicos de un Diseño Curricular (objetivos y prioridades, contenidos, metodologías, materiales y recursos y evaluación), y en el que deben estar integrados de forma coordinada y articulada los diferentes niveles de concreción de los Proyectos Curriculares (de etapa, área, ciclo y del Aula) y las Adaptaciones Curriculares, de acuerdo a unas prioridades y criterios de secuenciación, consensuados por todos y como un diseño inacabado en continua experimentación y reelaboración.

 

Finalidades. Entre las finalidades se deben destacar:

1) La coordinación y distribución consecuente y coherente de la oferta formativa de los currícula, según los diferentes niveles, áreas, ciclos, e incluso etapas, si las hubiera.

2) Planificar de forma coordinada la relación entre las actividades del currículum y el medio ambiente y el entorno en el que está ubicado el centro.

3) Relacionar y buscar la coherencia de la oferta formativa con los RRI, PGA y el PEC.

4) Servir de marco para la elaboración de los currícula por departamentos, ciclos y profesores.

La función de coordinación entre los otros planes institucionales y los currícula en sus diferentes niveles de concreción es la función principal del PCC, como propuesta de innovación y cambio curricular, además de dar respuesta a las demandas de formación del medio o entorno socio-contextual.

 

Elementos. Los elementos que configuran el PCC son los siguientes:

1) Análisis de las variables sociocontextuales (demandas de formación del medio ambiente socio-cultural), diferenciación de las características de los grupos de incidencia.

2) Análisis de las variables psicológicas de los alumnos por niveles y grupos de incidencia.

3) Prioridades, objetivos y metas para la secuenciación de los contenidos y criterios de evaluación y el modelo de intervención.

4) Secuenciación de contenidos y criterios de evaluación.

5) Selección de metodologías, recursos y materiales.

6) Plan de Atención a la Diversidad: Adaptaciones Curriculares.

7) Plan de evaluación del P.C.C.

8) Plan de Formación del Profesorado

9) Plan de Orientación

 

Proceso. El proceso a desarrollar debería ir paralelo al orden de los elementos, que acabamos de describir en el anterior punto:

1) El equipo directivo debería, en primer lugar, coordinar y dinamizar el análisis de los principales aspectos (tanto positivos como negativos) que facilitan o dificultan la acción didáctica, organizativa y educativa en el centro.

2) Por otra parte, deben, en colaboración con el resto de los profesores del claustro e incluso alumnos y padres, analizar las realidad socio-cultural de sus alumnos, caracterizando los grupos de incidencia y las subculturas y sus necesidades de formación (actitudes, hábitos de trabajo intelectual, carencias afectivas y de relación personal o conocimientos y su transferencia al entorno social).

3) Definir y consensuar las prioridades de intervención y criterios de secuenciación de las capacidades, contenidos (tipos) y criterios de evaluación, así como el modelo de intervención en función del grupo de incidencia prioritario y necesidades de formación detectadas.

4) Elaborar los elementos del PCC en función de la secuenciación, consensuada por todos los profesores, y que debe ser aplicada a cada uno de los niveles de concreción.

5) Aplicar y evaluar el PCC como una hipótesis de trabajo a experimentar, recogiendo los datos como un proceso de investigación evaluativa y valorándolos para elaborar una nueva propuesta de intervención, con carácter innovador.

Los Proyectos Curriculares representan uno de los grandes retos para que el profesorado pueda ofrecer una oferta educativa de calidad, que responda a las demandas reales de la Comunidad Educativa para la que trabaja y una oportunidad para los directivos de reorganizar y reestructurar los centros con mayor autonomía y libertad para responder a los problemas que tienen planteados actualmente. A través del PCC se pueden encontrar soluciones concretas que ayuden a redefinir los roles y funciones de los agentes que intervienen en la Comunidad Escolar, de manera que posibiliten el fin de la crisis de identidad del sistema educativo y del profesorado, disminuyendo la inseguridad de las indeterminaciones técnicas ( Fernández Pérez, 1988), las angustias, las soledades y las frustraciones.

La Reforma ha puesto en marcha un proceso caracterizado por la innovación curricular, a través de los Proyectos Educativos y Curriculares como palanca e instrumento de cambio de los centros, que va a tener consecuencias directas en la reorganización y la reestructuración de los centros. Esta situación demanda un desarrollo más extenso de la LOGSE en lo referente a la organización y estructura de un centro, además de las aportaciones del ROC (1993), que permita, entre otras cosas: las reestructuración de los espacios arquitectónicos, los reagrupamientos de alumnos, la reorganización de los horarios y dentro del horario escolar y de sus instalaciones, la potenciación de los planes de formación del profesorado en los centros, para que se puedan elaborar los Proyectos Curriculares como respuesta innovadora a los problemas concretos que tienen (motivar a los alumnos, descargar y dar prioridad a los contenidos de los programas, coordinarse y trabajar en equipo con otros compañeros, conseguir recursos y medios, etc.).

De esta forma se conseguiría crear una cultura de participación en los centros en todos los niveles: agentes socio-económicos, padres, alumnos, personal no docente, equipo directivo y profesores del centro. Esta cultura de participación sería la base necesaria para mejorar la oferta y ayudar a crear compromisos de todos los agentes de la comunidad como un tarea común y plantear una dinámica colaborativa y de participación responsable.

Este es, quizás, el gran reto de los equipos directivos en los próximos años: la organización de los centros para desarrollar (aplicar, evaluar y reelaborar) estos Proyectos Curriculares con la participación y el compromiso del profesorado; y la contribución, no sólo de los directivos, sino, sobre todo, de la Administración para posibilitar, crear y potenciar el clima apropiado y los medios para su consecución.

Con el fin de conseguir y facilitar esta cultura de participación y compromiso del profesorado se deberá tener en cuenta:

a) El trabajo en equipo, con espacios y tiempos específicos para ello, con la participación también de algunos miembros del Consejo Escolar en los grupos de trabajo, según las necesidades y los intereses.

b) La elaboración de un Plan de Formación del Centro en función de las necesidades de formación que vayan surgiendo en los grupos de profesores durante el trabajo en equipo, y que deberán tener como prioridad la aplicación, el desarrollo, la evaluación y la reelaboración de los Proyectos Educativos y Curriculares, en los diferentes niveles de concreción. De esta forma, se debería convertir el centro en el espacio y ámbito de formación más importante.

c) Los proyectos han de convertirse en hipótesis de intervención a experimentar, en un proceso permanente de investigación en la acción

d) Los modelos de intervención propuestos en el PCC deben ser discutidas, negociadas, consensuadas y pactadas entre todos, y en todos y cada uno de sus aspectos: análisis del contexto, prioridades, filosofía o líneas orientativas de los modelos de intervención, fases de temporalización, criterios de evaluación, de promoción, etc. Aunque sean mínimos deben servir de "marco constitucional para el funcionamiento del centro ", con los que todos se comprometan en su cumplimiento y, por lo tanto, que orienten y enmarquen la actuación de los docentes en su actividad con los alumnos, fuera y dentro del aula.

e) Todo este proceso de experimentación debe convertirse en una dinámica de trabajo permanente, de puesta en común e intercambio de experiencias y resultados.

f) La evaluación de estos proyectos deben constituir la base para la reelaboración de los otros Planes Institucionales (cada año de la Programación General; cada dos o tres años, del Reglamento de Régimen Interno; y a más largo plazo, de tres a cinco, del Proyecto Educativo de Centro), con el fin de reajustarlos a la dinámica de la innovación curricular y a las nuevas necesidades.

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